martes, 16 de junio de 2009

El Ascendente


El Ascendente refleja el modo en el que abordamos una tarea nueva y las expectativas que nos formamos cada vez que iniciamos algo. De esta manera, un Ascendente Tauro es dubitativo e inseguro cuando se trata de dar un primer paso, pero, una vez que lo da, es perseverante y tenaz y no se detiene ante nada. Suele asegurarse muy bien de que el terreno que va a pisar es estable y tiene las suficientes garantías como para ponerse en movimiento, algo, el movimiento, que a Tauro no suele hacerle mucha gracia.

Un Ascendente Leo, en cambio, es más decidido y dinámico, y no se piensa demasiado las cosas antes de ponerse manos a la obra. Como signo de fuego, es el primero en arremangarse la camisa para actuar, pues suele moverse a través de impulsos, y, de alguna manera, sabe que es él y no otro el que está capacitado para llevar a cabo la empresa. Se dice que el Ascendente marca, además, cómo pudo ser la experiencia del nacimiento para el sujeto. Para Leo en el ascenso, el nacimiento, la entrada en el escenario, debe producirse cuando están todos mirando y todo está lleno de gente dispuesta a admirarle.

Tauro, en cambio, como signo de tierra, es más retraído, y tantea cien veces el terreno sobre el que se va a mover hasta sabérselo de memoria, ya que la improvisación no suele ser una de sus características.

Un Ascendente Libra, por ejemplo, comienza algo nuevo a través de la cooperación y del compromiso. Cualquier empresa que inicie sin el apoyo de los demás es probable que no pueda culminarse. Además, su entrada al mundo viene precedida de un acicalamiento y un cuidado extremo de la imagen que se va a ofrecer a los demás. Para Libra en ascenso, la impresión o imagen a causar en los demás es muy importante, de ahí que se cuiden tanto y pasen tantas horas ante un espejo antes de salir a escena.

Un Ascendente Escorpio, en cambio, vive en una cueva emocional, debido a su miedo inconsciente a desnudarse ante los demás. Suele actuar más en la sombra y está más a la defensiva, y es capaz de manipular todo lo que se le pone por delante antes de que el entorno lo haga con él. Y en lo que se refiere a empezar algo nuevo, para Escorpio en ascenso es una cuestión de vida o muerte, por lo que suele vivir en una encrucijada de extremos: o todo o nada. Si no se consigue hacer algo a lo grande, es mejor no hacer nada, y en su defecto, hincar el diente en la yugular del otro para socavar sutilmente sus éxitos.

Todo esto son consideraciones generales. Ni Escorpio tiene que ser siempre un lobo en la espesura ni Leo actuará siempre movido de su ego. Hay que observar los regentes del Ascendente. Si Venus, regente de Tauro, se halla en la casa XII, por ejemplo, puede haber en el sujeto una desconexión profunda con aquello que le hace sentir mejor, con lo que realmente le gusta y con su autoestima. Por ello, tal vez este Ascendente Tauro sea poco dado a disfrutar de los placeres y a darse un buen homenaje de vez en cuando.

Un Ascendente en Leo con un Sol, su regente, mal aspectado por Saturno, por ejemplo, carece del coraje, del ímpetu y de la energía que lo caractrizan, porque Saturno bloquea y crea inseguridad en la persona. Si Plutón, regente de Escorpio, recibe buenos aspectos de otros planetas, puede usar su energía interior para transformar el conflicto que hay a su alrededor, que suele ser mucho, en una bendición, para él y para los que le rodean.

Se dice que Escorpio es muy introvertido, pero Escorpio rige la casa VIII, la del intercambio emocional íntimo con los demás. Escorpio rehúye del contacto personal, pero su función es la de fundirse con la otra persona para alcanzar mayor plenitud de conciencia. No lo hace por el miedo, y prefiere que sean otros quienes lo hagan en su lugar. Pero Escorpio es el signo del poder, pero del poder regenerador y no destructivo. Como signo de agua que es, Escorpio no piensa, siente, y su vulnerabilidad psicológica es brutal. Por eso se protege. Libra, en cambio, es más racional, como signo de aire que es, aunque tenga que ver con las relaciones. Libra necesita compenetrarse con otra persona a nivel social para prosperar y susbsistir, pero necesita de su propio espacio vital dentro de una relación, porque si algo ahoga a los signos de aire es el sofoco emocional.

Y así con cada signo. Si alguien está interesado puede ponerse en contacto conmigo y hablamos de su Ascendente en particular. Pero es importante tener algo claro: según Liz Greene, el Ascendente es también el adiestramiento del Sol, el camino que nuestro signo solar debe seguir para autorrealizarse y ser aquello que está llamado a ser.

Un Aries piensa en ser el primero en hacer algo, es demostrar su fuerza y competitividad, en hacer algo solo, sin ayuda de nadie, porque él es lo suficientemente fuerte y capaz de hacerlo por sí mismo. Es valeroso y tiene un gran coraje, pero si tiene el Ascendente en Libra, por ejemplo, debe aprender que en el mundo no está solo, que hay otras personas a las que debe unirse por fuerza si quiere lograr algo importante en cuanto a su evolución de conciencia. Libra es muy condescendiente con los demás y evita el conflicto por agradar a todo el mundo, algo que Aries no sabe hacer o que le cuesta muchísimo.

Si Venus, regente de Libra, está bien aspectado, y Marte, regente de Aries, está bloqueado en la carta (por Saturno, Neptuno, o en la casa XII, o incluso en la VIII), podrá ser una persona que no sabe poner límites a la gente y que no puede llevar la iniciativa de nada, porque se siente incapaz o culpable si ello supone herir o ponerse por delante de los demás. Todo depende de las distintas configuraciones.Escorpio busca la soledad, el aislamiento y trabajar sin que lo vea nadie, pero si su Ascendente es Géminis, deberá pasar por las funciones geminianas (comunicación, enlace entre la gente, mensajero) para lograr convertirse en algo productivo tanto para sí mismo como para los demás. De no hacerlo así, el sujeto puede experimentar una importante castración de aquello que lo define como ser humano. El poder escorpiano no se comunica ni transfiere a los demás, y puede volverse contra uno y destruirlo. Su capacidad de profundizar en todo lo que se mueve alrededor debe acompañarse de la versatilidad de Géminis para contactar con la gente y curiosearlo todo. De ese modo, el profundo poder transformador de Escorpio podrá encauzarse al exterior y cumplir con su adiestramiento del Ascendente.


Fuente: Astrología Psicológica

1 comentario:

Sara Royo dijo...

Tu blog es muy interesante.
Saludos.