domingo, 21 de diciembre de 2008

Casa VII a Casa XII

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CASA VII

A partir de los significados de la Casa VII, el nativo comienza a hacer un contacto con el mundo externo y a ejercer el yo objetivo. Las primeras seis casas tienen que ver con el yo subjetivo, cuyos significados son más personales, como vimos, y así como la casa I corresponde a los asuntos íntimos y personales, la Casa VII representa la más estrecha relación que el yo hace con miembros del mundo externo (es decir, fuera de la familia).

Puede ser el propio cónyuge o representar al socio en los negocios o a una amistad muy íntima. Aunque podríamos imaginar que todas estas relaciones son buenas, a veces no lo son. Toda la gama de relaciones humanas están representadas aquí, desde el más profundo amor hasta el odio más hostil y es así que los propios enemigos de uno, aquellos que conocemos, se halla incluidos en esta casa (Los enemigos que no conocemos, o enemigos secretos, se encuentran bajo el dominio de la Casa XII). Luego, rige el matrimonio (especialmente el primero); el carácter y aptitudes del cónyuge; los socios; los contratos; los procesos judiciales; el divorcio; los enemigos declarados. El término “enemigo” a veces es demasiado fuerte para algunos casos, como puede ser el inofensivo rival o competidor en algún deporte o en una determinada actividad comercial.

La idea fundamental es que describe todas las características de la relación con otra persona, que se encuentra en abierta oposición o en prefecta armonía con el nativo. La tendencia principal de Libra (signo 7mo.) como se recordará, es la de armonizar con la gente y producir agrado en general y con los asociados en particular, y aunque la Casa VII tiene que ver con las asociaciones más estrechas e íntimas, también es significativa de las relaciones con el público en general. En este sentido tiene cierta superposición con la Casa X, pero a diferencia de esta, que indica la reacción del público como resultado de nuestras actividades profesionales y ocupaciones, la VII indica la reacción del público de un modo más general en el sentido de cómo la gente es influida por uno desde el punto de vista social, no comercial.

Tiene que ver con las controversias, pleitos o juicios que inicia o se le entablan al nativo. En resumen, si la Casa VII está bien configurada, el nativo procurará tener buenas relaciones conyugales o con sus asociados en los negocios; será beneficioso para ganar juicios y gozará de buena consideración social, con posibilidad de afirmarse en el campo político si existe inclinación para ello. Tiene que ver con el éxito en el trato con sus “iguales” o con el público en general. En cambio, si la Casa VII no está bien aspectada, provoca desacuerdos en la familia o entre cónyuges; poca suerte en las asociaciones de cualquier naturaleza; posible pérdida de procesos legales; frecuentes litigios por cuestiones de intereses y hasta peligro de muerte del cónyuge; poca suerte en política. Así como se dijo que el signo de Libra es de unión y armonía, así la Casa VII, opuesta a la I (el yo) se refiere a la persona con la que el nativo busca unirse.


CASA VIII


Así como la Casa II es la de las posesiones personales, la Casa VIII, que es su complementaria y está conectada con el mundo exterior, tiene que ver con las posesiones de otras personas. Esta casa puede ser de vital importancia para el nativo, porque muchas veces la propia fortuna suele provenir de los recursos de otros. Puede ser a través de una donación, préstamo o herencia (tradicionalmente, es llamada la casa de los legados) o bien, muestra las posesiones recibidas de otros ya sea que estas sean para bien o para mal. Respecto de esta conexión, tiene que ver con la manera como uno se halla inclinado a manejar o tratar los recursos de los demás. Otra relación importante respecto de esta casa, es la muerte.

Plutón, el corregente de Escorpio y regente natural de la Casa VIII, es el señor del submundo (lugar mitológico de todo lo muerto) y como Escorpio mismo, está simbolizado por el ave fénix (águila), que primero tuvo que pasar por el acto de morir antes de su regeneración, tenemos el elemento muerte en esta casa.

Recordemos que como resultado de la muerte es que la herencia es recibida. Así como se dijo que Escorpio era un signo intenso, enérgico y profundo, así la Casa VIII se refiere a la transmutación (una verdadera conversión espiritual no por simple fe ortodoxa, sino a través de la transformación Plutoniana).


Mal aspectada, puede provocar hurtos, pleitos por herencia, quiebra, muerte prematura, etc. También su correspondencia con el signo de Escorpio, tiene que ver con el acto sexual, con los secretos y la profunda investigación en cualquier campo que sea.



CASA IX


La Casa III fue definida como la de la educación básica del individuo, la de los viajes cortos y comunicación cercana; la Casa IX es justamente significadora de lo opuesto. Tiene que ver con la educación pero a nivel superior; los estudios universitarios, filosóficos y religiosos; además con la Ley; con los escritos de gran permanencia, de ahí, las publicaciones en general y la conexión con todas aquellas actividades y personas relacionadas con ellas. Los viajes cortos de la Casa III ahora son los viajes largos de la IX, los que se realizan en una esfera de acción más amplia y que sirven para expandir nuestra mentalidad y conciencia.


El símbolo de Sagitario (relacionado con la Casa IX por ser el signo 9no.) es el Centauro, una criatura mitológica cuya mitad era un caballo. En la época en que estos símbolos fueron adjudicados, el caballo representaba el medio de transporte para el hombre, con el que podía llegar más rápido y más lejos.

Ahora, por supuesto, el viaje en automóvil o en avión toma sólo horas para hacer lo mismo. La Casa III tiene relación directa con el medio ambiente inmediato, de ahí su conexión con los hermanos; en cambio la IX focaliza su interés en los horizontes lejanos, en la exploración y en las comunicaciones a larga distancia, estando conectada con los parientes no consanguíneos, por ejemplo, los cuñados. Es significadora de la filantropía del nativo, de su tendencia a crecer espiritual y filosóficamente; de su capacidad para aprender a través de la experiencia.

Es la casa de la producción literaria, de la publicación de escritos propios, de las ocupaciones relacionadas con la aviación, carrera diplomática, negocios con el extranjero; tiene que ver con el clero, el ritual y las ceremonias, con la contemplación de la vida religiosa, la iglesia. Es el sector característico de los emigrantes. Bien ocupada, facilita los estudios superiores, los viajes largos, el contacto con el extranjero, ya sea por placer o por negocios (la importación y exportación); la residencia en el extranjero.

Mal ocupada, poca suerte en países extranjeros o en el propio, producida por extranjeros. Peligro de accidentes aéreos o en la vía pública (por oposición a la III); puede indicar muerte de personas queridas que viven lejos o en el extranjero. Júpiter y el elemento Fuego están relacionados con estos significados, mientras que el factor Cadente y Mutable muestra tendencias de mayor dispersión o difusión.



CASA X



Esta casa se encuentra relacionada con las actividades y asuntos conectados con la necesidad que tiene cada uno de hacerse una posición en la vida, en forma próspera y de manera útil para la comunidad. Tradicionalmente, es la casa de la profesión u ocupación y también fue considerada como la del padre; respecto a esto último, hay que recordar que antiguamente, cundo floreció la astrología, los hijos varones tendían a seguir el mismo oficio que el padre. Lo mismo pasa con la mujer que no trabaja “afuera”, queda como ama de casa y suele tener tanto o más tareas importantes que otras externas.

Por eso el significado esencial de la Casa X es la de manifestar el yo interno en el mundo externo (a diferencia de la opuesta Casa IV), especialmente con respecto al logro obtenido en la vida. La Casa X, tanto como la IV, puede describir a cualquiera de los padres desde el punto de vista de cómo los ve el nativo, considerando tal vez en la X aquel que tiene más autoridad. A Capricornio, el signo 10mo., se lo considera de ambición. Esto, en realidad, encuadra perfectamente con la característica fundamental de una profesión u ocupación, ya que la ambición es el aliciente que impulsa y motiva una carrera. Saturno, regente de Capricornio, muestra aquí también su influencia, porque uno de los objetivos de una ocupación es proporcionar seguridad a la familia, y Saturno, como sabemos, representa la tendencia en todos, a buscar seguridad.


Forman parte también de los significados de esta casa, la reputación del individuo, el crédito que goza, su posición social y pública (o el retiro de la misma). Bien ocupada, favorece la profesión, las buenas relaciones con la familia; la actividad de carácter comercial; conduce al ascenso político o social; los buenos empleos de cualquier clase; tener buena reputación, recibir honores y reconocimientos.

Mal ocupada, puede acentuar el lado más negativo de Saturno, haciendo al nativo esclavo de su trabajo, restringiendo su posibilidad de salir adelante, con poca suerte en la ocupación, realizando la labor con preocupación y falto de alegría. Tiende a dar mala reputación y a tener conflictos con los superiores o con la autoridad. En cambio, estando bien aspectada y teniendo, digamos, una buena conexión con la Casa V, el trabajo tendrá buenas oportunidades, puede asumir una naturaleza creativa y hasta resultar divertido. Tal como fue descripto Capricornio, como un signo práctico, de ambición y cauteloso, así la Casa X se refiere a todo asunto que tenga que ver con el orden práctico, que sea ambicioso, que dé seguridad y que se halle fuera de la esfera del hogar.



CASA XI


Esta casa se encuentra relacionada con aquellas actividades o asuntos que tienen que ver con nuestra necesidad de lograr objetivos, no ya personales como los de la casa X, sino para beneficio de un grupo social o de la propia comunidad. La amistad, sin necesidad de vínculos íntimos o personales. El interés en la vida de clubes, relaciones que se efectúen en instituciones donde se reúnan por alguna causa o interés determinado.

Por eso todo tipo de objetivo se encuentra bajo esta categoría, como así también las circunstancias sobre las cuales tenemos poco control; los intereses humanitarios y el modo en que nosotros usamos a los demás. Grandes y pequeñas organizaciones se hallan bajo su regencia, como asimismo los clubes y todo grupo social al que pertenezca.

Generalmente se dice que esta es la casa de los deseos y esperanzas, estando sujetos al cambio (por analogía con el signo 11vo., Acuario, regido por Urano y Saturno) y no al significado más intimo, personal y cordial de la Casa V. Y así como el afecto de casa V puede ser “apasionado”, el afecto de la Casa XI es más bien “desapegado”. En realidad, también, el término “deseos y esperanzas” es un poco arcaico; para la mayor comprensión de lo que quiere decir convendría mejor hablar de aspiraciones, anhelos, intereses o estímulos, con lo cual comenzamos a ver una clara identificación son la naturaleza de sus dos regentes, como dijimos, Urano y Saturno. Si se profundiza un poco, encontramos relación entre los deseos y esperanzas y los amigos, que es también otro asunto regido por esta casa.

A menudo, los amigos son el medio por el cual un deseo se realiza. Pero los amigos de la Casa XI, sin embargo, son muy diferentes de los de la casa VII. Estos últimos son más íntimos, por no decir casi socios, respondiendo más a la naturaleza Venusina. Mientras que con la influencia de Saturno en casa XI, la amistad es mas distante y desapegada. Esta casa, aparte de referirse particularmente a los amigos, a veces se refiere a los hijos (oposición con la V) y a los protegidos. Los hijos adoptivos, los hijastros o de cualquier otro tipo que no sean propios, pero estando al cuidado y custodia del nativo, pertenecen también a esta casa. Nuestra capacidad de hacer amigos, nuestra actitud hacia los amigos y conocidos en general.

La casa V es la casa que indica la capacidad de amar o de dar amor; la Casa XI es el amor que se recibe de los demás. Lo que más deseamos o anhelamos en la vida. Bien ocupada significa que el individuo estará siempre rodeado de muchas personas en su vida y es muy característico en los políticos, que saben procurarse un grupo de personas que los siguen en sus ideas; también en los artistas logrados y en las personas que viven en contacto con el público o aquellos profesionales que atienden a numerosa clientela.

En el caso particular de la mujer, será llevada a establecer muchas relaciones y será mas o menos afortunada en la vida afectiva y a menudo tendrá hijos afortunados. Mal colocada, en muy nociva para las relaciones con otras personas; los amigos se pueden transformar en enemigos; la vida afectiva y conyugal corre el peligro de ser comprometida; el nativo deberá desconfiar siempre de quienes lo rodean. Así como se dijo que Acuario era un signo intelectual, desapegado, de sentimientos humanitarios y amante de la libertad, así la Casa XI se refiere a los objetivos e intereses más amplios e impersonales que los de la Casa V (Aire en lugar de fuego).


CASA XII

Es una casa misteriosa, difícil de comprender. Sus significados son muchos y variados. La falta de una concreta definición proviene del carácter elusivo de Neptuno, corregente de Piscis, el signo 12mo.; por otras parte Júpiter, que es el otro regente, también es un planeta de rasgos muy abstractos. Neptuno es el dios del mar y cuando contemplamos a este desde la tierra firme, lo único que percibimos es el brillo de su superficie, pero debajo de él hay un mundo muy diferente, el que se halla totalmente oculto para nosotros.

Una de las fundamentales funciones de la Casa XII, es representar aquellas cosas que en la vida están ocultas o permanecen secretas. Por ejemplo, representa a los enemigos secretos (a diferencia de la Casa VII, que describe a los enemigos abiertos o que son conocidos por uno). Ligada de alguna manera con la Casa I, se dice que uno mismo es su peor enemigo, o sea, el yo, y que es secreto.

Y otra importante definición es que esta casa tiene que ver con nuestra propia ruina. Por supuesto que nadie tratará de hacerse daño deliberadamente a sí mismo, pero todos de alguna manera lo podemos llegar a hacer. Podemos dañarnos a través de actos inconscientes,, por ignorancia, estupidez o por simple masoquismo y, realmente, en esos casos, el enemigo secreto es el propio yo que actúa.

Un momento de descuido (al que el psiquiatra definiría tal vez como masoquismo, es decir, una necesidad de castigarnos a nosotros mismo), puede conducirnos a un hospital; nuestros actos en contra de la sociedad pueden llevarnos a la cárcel (aunque consciente en sí mismo, la raíz de la causa motivadora se encuentra, la mayor parte de las veces, profundamente oculta); las presiones mentales que nosotros mismos nos buscamos y el pensamiento negativo que abrigamos inconscientemente, pueden llevarnos a una institución mental. Ellos pueden ser los resultados de la propia destrucción, de acuerdo con el camino equivocado tomado por el propio nativo.

En la Casa XII se encuentran los resultados de la propia destrucción, si obligamos a refrenar en el inconsciente (relacionado con la Casa XII, que descansa detrás de la Casa I, lo consciente) aquello que nosotros no somos lo suficientemente valientes de encarar y aceptar como parte de nosotros mismos. La Casa XII tiene relación con instituciones y lugares de encierro: prisiones, hospitales, asilos, reformatorios, sanatorios, monasterios, lugar de retiro, etc. Podemos argumentar que no siempre será un acto de nuestro propio yo, consciente o inconscientemente, el que nos conduzca a tener que pasar parte de nuestra vida en alguna de estas dependencias.

Por ejemplo, si un ladrón nos golpea violentamente en la cabeza y por eso vamos a parar al hospital, no nos vamos a echar la culpa a nosotros mismos de esos. Sin embargo, algunos filósofos dicen que sí, que el castigado también es culpable, y la astrología lo confirma al observar los contactos existentes entre la víctima y el ladrón, o en un caso peor, entre el asesino y el asesinado. ¿Hasta qué punto no somos nosotros mismos los culpables, si es que hay culpables, en los actos cometidos contra nuestra persona? ¿No estaremos buscando en otro, el cumplimiento de nuestro karma? Podemos pensar que el golpe de la cabeza es algo kármico, una consecuencia de algún delito anterior cometido por nosotros mismos. Sin embargo, el ladrón encaja perfectamente con la descripción en la Casa XII de un enemigo secreto y el resultado es el mismo.


Resumiendo, la Casa XII se encuentra estrechamente relacionada con las penas más profundas con el confinamiento de cualquier clase, con las circunstancias restrictivas, la propia ruina, los sufrimientos, pérdidas, reclusión, impedimentos; con los lugares ocultos, los asuntos secretos, enemigos secretos; con la mente subconsciente; con los animales grandes (por oposición a la Casa VI, la de los animales pequeños y domésticos). Por su directa conexión con Neptuno, tiene que ver también con toda clase de escapismos.

Además, con todo aquello que no es lo que aparenta ser, como el engaño, la falsificación, el impostor, la imitación, los actores, la cirugía plástica, etc. Esta casa, estando bien dispuesta, favorece la vida religiosa y de meditación; la actividad en lugares cerrados, en los hospitales y cárceles; el espionaje, la vida aislada en el campo.

Mal ocupada, es un índice de enfermedad crónica, de postración, de impedimento físico. Muy relacionada con los delincuentes, con mujeres que se dan a la prostitución y personas que finalizan su vida en la miseria. Así como se dijo que Piscis era un signo emocional, de sacrificio, intuitivo, débil de carácter, así la Casa XII, opuesta a la VI, se refiere al servicio como sacrificio, a lo psíquico u oculto; al inconsciente y a las enfermedades crónicas.


Fuente: Uruastro


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Achernar.
Mis mejores deseos por un feliz recibimiento del Niño Dios. Abrazos y con afecto, Martha

Achernar dijo...

Martha:


Muchas gracias.


Feliz Navidad