Antes de exponer los fundamentos de la Astrología Hindú, es necesario que nos detengamos a hacer un recuento histórico acerca del zodíaco, para poder comprender de donde provienen sus diferencias y semejanzas con la Astrología occidental.
El origen del estudio de los cielos, no importa cómo lo llamemos - Astronomía o Astrología – se le atribuye a dos de las civilizaciones más antiguas, la Egipcia y la Caldea. Estas culturas alcanzaron conocimientos asombrosamente precisos de los ciclos celestes con los medios a su disposición: observación, algún instrumento rudimentario y mucho ingenio. Los sacerdotes estudiaban el cielo nocturno y anotaban en detalle lo que veían.
Los diagramas celestes más antiguos que se conocen, datan del siglo XV a.C. Fueron encontrados en las tumbas de los reyes de Tebas. Estos diagramas registran, a modo de calendario, las culminaciones de estrellas notables, es decir, sus pasos por el meridiano o cenit.
Para el siglo X a.C., los egipcios ya habían calculado la duración del año solar estudiando el orto helíaco de Sirio, la estrella más brillante del firmamento. Habían notado que las estrellas más brillantes eran las últimas en desaparecer con la luz de la aurora. Tomaron nota del día en que Sirio volvía a ser visible, justo antes de la salida del Sol y contaron los días transcurridos hasta la siguiente aparición helíaca de Sirio. Así encontraron el año de 365 días. El calendario solar egipcio es el más antiguo que se conozca. Está compuesto de 12 meses de 30 días c/u y 5 días de festividades y se utilizaba sólo para los asuntos oficiales. Para las labores agrícolas, habían estructurado un calendario-zodíaco basado en la Luna Llena y en las actividades que se desarrollaban alrededor del Nilo, el río que les dispensaba la fertilidad con sus crecidas anuales. Este calendario muestra también los jeroglíficos con los que se designaban los meses y parecen ser las imágenes que dieron origen a los símbolos zodiacales que han llegado hasta nosotros.
En Mayo, con la Luna Llena en la constelación de Sagitario, las aguas del Nilo estaban en su nivel más bajo. Los jinetes arqueros podían vadearlo sin dificultad y se aventuraban a nuevas tierras y conquistas.
En Junio, con la Luna Llena de Capricornio, las aguas comenzaban a subir. Los animales de pastoreo, que habían descendido a buscar las últimas yerbas, también comenzaban a subir a terrenos más elevados y el río comenzaba a poblarse de peces. Los escribas acompañaban este símbolo con un pez.
Con la Luna Llena de Acuario, en Julio, la crecida del río era inminente. Acuario era para los egipcios el dios del Nilo, Hapi, quien vertía las aguas y la abundancia sobre la tierra.
Con la Luna Llena en Piscis, en Agosto, el nivel de las aguas permitía gran cantidad de vida acuática y abundante pesca.
En Septiembre, con la Luna en Aries, los campos de pastoreo estaban inundados, los rebaños se recogían en el redil y los hipopótamos y cocodrilos nadaban libremente por el río. La constelación de Aries está relacionada con Cetus, el monstruo marino, la cual se encuentra justo debajo del carnero en posición de reposo.
Cuando la Luna llena caía en la constelación de Tauro, en Octubre, las aguas habían descendido lo suficiente como para comenzar los trabajos de labranza. Se uncían los Bueyes y se apareaban los animales. El jeroglífico representa un falo, símbolo de la fertilización.
En Noviembre, la Luna Llena se encontraba en la constelación de Géminis. La actividad principal era la siembra de semillas y el pastoreo de animales. Debajo de Géminis está Orión, para los egipcios "El Gran Pastor del Cielo".
En Diciembre, con la Luna de Cáncer, el escarabajo sagrado ponía sus huevos en una bolita de estiércol, y la rodaba hacia lugares más altos para luego dejarla caer con el fin de compactarla. Era el tiempo del solsticio de invierno, cuando el Sol alcanza su máxima declinación Sur. El escarabajo era el símbolo de la renovación y la resurrección, y la bola de estiércol representaba al Sol que renovaba su poder vital después del solsticio.
Con la Luna de Leo, en Enero, se comenzaban a preparar las herramientas para la cosecha. La constelación de Leo contiene un asterismo en forma de hoz que conforma la cabeza del león.
En Febrero, con la Luna Llena de Virgo, el grano había madurado y se cosechaba.
En marzo, con el plenilunio de Libra, el grano era pesado, almacenado y vendido. Pero También era el comienzo del año Lunar, y coincidía con el equinoccio de primavera. El ideograma representa a Chonsu el dios Sol niño saliendo de entre las colinas
En Abril, con la Luna Llena de Escorpio, el Nilo había descendido casi a su mínimo nivel, era el mes más seco y caluroso. Los vientos del desierto se traían enfermedades y contagios, el escorpión del desierto se apareaba y las serpientes migraban en busca de agua. Sobre la constelación de Escorpio se encuentra Ophiuco o el Serpentario.
Por su parte, los caldeos también tenían un calendario lunar y cono cían los Saros, período de 19 años en el que los ciclos del Sol y la Luna vuelven a coincidir, es decir, cada fase lunar y cada eclipse ocurre en el mismo lugar del cielo cada 19 años. Con este conocimiento, podían predecir con cierta precisión las fases lunares y los eclipses.
Una de las contribuciones más importantes de los caldeos para la definición del zodíaco, fue haber notado que cuando la estrella Aldebarán de Tauro sale por el Este, Antares de Escorpio se pone por el Oeste y viceversa. Aldebarán y Antares, ambas situadas a 15º de sus respectivas constelaciones se convirtieron en las dos estrellas normales o fiduciarias del zodíaco, lo dividían exactamente a la mitad. Los Caldeos fueron los primeros en dividir el zodíaco en 12 constelaciones de 30º cada una. A partir de las dos estrellas fiduciarias midieron las distancias angulares de otras estrellas notables y precisaron sus longitudes dentro de sus constelaciones. En el siglo 5 a.C. los caldeos documentaron las longitudes de algunas estrellas: Pollux, 28º Gem; Regulus, 5º Leo; Spica, 29º Vir; Zuben El Genubi y Zuben Eschemali a 20º y 25º de Libra respectivamente.
Los griegos recibieron el conocimiento astronómico y astrológico de los egipcios en Alejandría, ciudad que se convirtió en el centro de desarrollo e intercambio cultural más importante de la época. En el año 331 a.C., con la conquista de Babilonia por parte de Alejandro Magno, a los conocimientos egipcios se sumaron los de la cultura mesopotámica.
Hasta entonces el único zodíaco que se conocía y utilizaba era el de las constelaciones.
Euctemon de Atenas, quién vivió en el siglo 5 a.C., había desarrollado un calendario estacional basado en los solsticios y equinoccios. En el siglo 2 a.C. este calendario fue usado por Hiparco para definir el zodíaco tropical o estacional. Al igual que Euctemon, Hiparco tomo equinoccios y solsticios como puntos de referencia y dividió la eclíptica en doce secciones de 30º cada una haciendo coincidir el equinoccio de primavera con el comienzo del año y el mes de Aries.
En el año 133 a.C. Hiparco descubrió que el punto vernal había retrocedido en la eclíptica con respecto a datos astronómicos anteriores a él. Calculó su posición a 5º de la constelación de Aries, pero llamó ese punto Primer grado de Aries o punto Gamma (), e ideó un método para medir las longitudes de las estrellas y planetas a partir de este punto. Este sistema es el que se utiliza hoy en día en astronomía para determinar la ascensión recta de un astro.
Hiparco se sirvió de las coordenadas tropicales para catalogar 800 estrellas. El catálogo de Hiparco serviría a Kepler, siglos más tarde, para redescubrir la precesión de los equinoccios.
En el siglo 2 de nuestra Era, Claudio Ptolomeo, astrónomo y astrólogo griego que vivió en Alejandría, influido fuertemente por el trabajo de Hiparco, adoptó el zodíaco tropical/estacional como el único zodíaco y así lo reflejó en sus dos obras monumentales: una astronómica, El Almagest; y otra astrológica, El Tetrabiblos. Casualmente, para la época de Ptolomeo, el año 138 d.C., el punto vernal se encontraba a 1º de la constelación de Aries, circunstancia que contribuyó a identificar el zodíaco tropical con el de las estrellas.
La obra de Ptolomeo constituyó por siglos al cuerpo de conocimientos más completo compilado hasta entonces. La astrología que conocemos hoy en occidente es el desarrollo de los fundamentos que nos dejó Ptolomeo.
Por otra parte, en la India, unos 10 siglos a.C., se utilizaba un sistema astrológico basado en la Luna y su movimiento diario.
La revolución sideral de la Luna, es decir, el tiempo que tarda en dar una vuelta completa y regresar a la conjunción con la misma estrella, es de 27 días y 8 horas. De este ciclo surgieron las Nakshatras o Mansiones Lunares, las cuales se identifican con estrellas o asterismos.
Los principios astrológicos de los caldeos – el zodíaco sideral y la división del mismo en 12 constelaciones - fueron adaptados por los hindúes a su sistema de Mansiones Lunares, y con éstos elementos se desarrolló el cuerpo de conocimiento de la astrología Védica. Ésta se mantuvo aislada de los principios astrológicos griegos de base solar/estacional, y conservó el origen lunar/estelar de los sistemas más antiguos.
Como hemos visto, el zodíaco sideral está definido por las dos estrellas fiduciarias Aldebarán y Antares, y el zodíaco tropical, por los puntos equinocciales, donde el primer día de primavera, el 21 de marzo marca la entrada del Sol en Aries, tal como lo determinó Hiparco hace mas de 22 siglos, sin tomar en cuenta que los puntos equinocciales también se desplazan con respecto a las estrellas.
Este desplazamiento, llamado precesión de los equinoccios es producido por el movimiento circular del eje inclinado de la Tierra. El eje describe un círculo completo cada 25.760 años. En este tiempo el eje va apuntando a distintas estrellas las cuales se convierten en estrellas polares por un tiempo. Como los puntos equinocciales dependen de la inclinación del eje terrestre, ellos también dan una vuelta completa al zodíaco en el mismo tiempo, en sentido inverso al movimiento de los planetas.
El punto vernal o equinoccial es el que marca las eras astrológicas. La duración de una era es de 2.146 años, tiempo que tarda el punto vernal en recorrer una constelación, a razón de 1º cada 72 años ó 50 minutos anuales.
Para la época de Ptolomeo, el punto vernal estaba a 1º de la constelación de Aries, por lo tanto la diferencia entre los dos zodíacos era mínima. Ellos coincidieron exactamente en el año 221 de nuestra era. A partir de entonces, el punto vernal entró en la constelación de Piscis y , con el correr de los siglos, ha ido retrocediendo hasta hoy (Julio 1996) que se encuentra a 5º 18’ 27" de Piscis (SVP Fagan - Bradley). En términos calendáricos, esto significa que el 21 de Marzo el Sol está a 5º 18’ de la constelación de Piscis y le quedan por recorrer 24º 42’ para entrar en la constelación de Aries.
Este desplazamiento entre el zodíaco tropical y el sideral es lo que en astrología hindú se ha llamado Ayanamsa (ayana = equinoccio; amsa = longitud).
La diferencia fundamental entre la astrología hindú y la occidental radica en la utilización del zodíaco sideral. Por lo tanto, las longitudes tropicales de los planetas y el ascendente de un individuo, deben ser convertidas a longitudes siderales sustrayendo de ellas el valor del ayanamsa para el momento del nacimiento. Con este procedimiento las posiciones de planetas y ascendente estarán dadas con relación a las estrellas fijas.
Una de las particularidades de la astrología hindú es la importancia de la Luna y el sistema de Nakshatras o mansiones lunares. Las mansiones lunares las encontramos también en la astrología árabe y en la china como los "Manziles" y los "Sieux" respectivamente. Esto nos recuerda que para estas civilizaciones, la Luna fue el astro más importante del cielo.
Las Naksahatras son 27 divisiones del zodíaco: cada una de 13º 20’ y reflejan el paso diario promedio de la Luna.
La mitología hindú relata que son las 27 hijas del gran Progenitor Cósmico Daksha Prajapati, las cuales al desposar a Soma, la Luna; se convirtieron en las depositarias de las influencias astrológicas.
Las Nakshatras constituyen en sí mismas un sistema astrológico completo. Cada una de ellas tiene sus propias características: un planeta regente, una forma simbólica, una deidad védica que la preside, género, casta, temperamento, cualidades evolutivas e involutivas, impulso primario, etc.
Cada signo, o constelación, está compuesto por 2½ Nakshatras, y reúne las características de las Nakshatras que lo componen.
En este sistema, los signos y las Nakshatras son el campo pasivo de influencia, la energía receptiva que provee sustancia y nutrición a la energía fecundante y activa de los planetas.
La posición de la Luna en las Nakshatras se utiliza para determinar la compatibilidad entre personas. Los tránsitos de la Luna en ellas se usan en astrología electiva, para escoger el día propicio para comenzar empresas importantes o realizar actividades específicas.
El sistema de predicción Vimsottari Dasa o períodos planetarios, es característico de la astrología védica. Según éste, la vida de la persona está influida por los distintos planetas, por épocas definidas para cada uno de ellos, los cuales se suceden en cierto orden. La posición de la Luna en la Nakshatra natal y su regente marcan el período planetario principal, o Maha Dasa, con el que comenzará su vida. La duración del primer Maha Dasa dependerá de qué tan avanzada esté la Luna en la Nakshatra. Si apenas está entrando, tendrá toda la extensión del período; si está saliendo, quedará poco tiempo para el primer Dasa. Una vez transcurrido el tiempo variable del primer Dasa, continuarán los siguientes en un orden y duración establecidos.
Sol: 6 años
Luna: 10 años
Marte: 7 años
Rahu: (Nodo Norte) 18 años
Júpiter: 16 años
Saturno: 19 años
Mercurio: 17 años
Ketu: (Nodo Sur) 7 años
Venus: 20 años
Cada uno de los nueve Maha Dasa o períodos mayores, pueden ser desglosados en nueve sub - períodos o Bhukti, regidos igualmente por cada uno de los nueve planetas y con una duración proporcional a su correspondiente período mayor.
Con este sistema, las circunstancias y los sucesos que señala la carta natal, se pueden precisar en el tiempo. El tipo de sucesos a esperar durante el Dasa - Bhukti de planetas específicos, deberán ser deducidos según las casas ocupadas por ellos y las casas que gobiernan.
Otra particularidad del sistema hindú es la carta Navamsa, que consiste en la división de cada signo en nueve partes de 3º 20’ cada una. A cada Navamsa le corresponde un signo, comenzando desde Aries con la Navamsa de Aries en el orden zodiacal, repetido 9 veces en los 360º.
En esta carta se analiza la localización de los planetas y el ascendente en sus Navamsas para profundizar en la interpretación del radix. Con esta carta se puede estudiar la compatibilidad de las personas, el comportamiento sexual, la relación de la persona con la sociedad, la profesión y para rectificar una hora de nacimiento incierta. Las Navamsas son particularmente útiles en la interpretación para determinar la fortaleza o debilidad de los planetas, lo cual es imprescindible para juzgar los efectos que se podrán esperar de ellos en la conformación de las características de la persona, sus circunstancias y sus efectos en los períodos planetarios.
No he hecho referencia a los signos en sí, porque en la astrología védica no tienen las características propias que se les asigna en la astrología tropical occidental. Tienen las mismas cualidades – cardinales, fijos y mutables – los mismos elementos – fuego, tierra, aire y agua – y las mismas regencias planetarias tradicionales.
Por su parte, los signos definen el ámbito de las casas, esto es, que a cada signo le corresponde una casa o viceversa. Todo el signo en el que se encuentra el ascendente - no importa el grado - es la casa 1, el siguiente signo es la casa 2 y así sucesivamente. No se toman en cuenta las cúspides y no hay signos interceptados.
Las casas hindúes tienen, en líneas generales, los mismos significados que en occidente, con pocas e interesantes variaciones, y en el análisis interpretativo es ampliamente utilizado el sistema de las casas derivadas.
Además, las casas tienen cualidades inherentes a sus significados, por lo tanto hay casas propicias y no propicias.
Las casas favorables son: 9, 5, 1; le siguen las casas 10, 7, y 4; luego las casas 11 y 3; la casa 2 es neutra; y las desafortunadas son la 6, 8 y 12. Volveremos a este punto más tarde.
Los planetas son los 7 tradicionales, y los nodos: Rahu y Ketu son muy importantes. Los planetas transaturninos, aquí no se utilizan.
En líneas generales, las características y significados de los planetas son los mismos que se conocen en occidente.
En la interpretación de un horóscopo, al juzgar el efecto de un planeta, se toman en cuenta ciertas reglas básicas:
* Domicilios, exaltaciones y caídas.
* Afinidades entre planetas.
* Planetas benéficos y maléficos, tanto naturales como funcionales.
* Aspectos.
Vamos a explicar brevemente cada uno de estos puntos.
- Los domicilios son los tradicionales y comunes en ambos sistemas. Las exaltaciones y caídas son conocidas por tradición en occidente pero no son muy utilizadas. Los grados de exaltación de los planetas fueron documentados por los caldeos en el año 786 a.C. Las investigaciones realizadas a este respecto hacen pensar que estos grados se relacionen con ciertas estrellas fijas que aumentan la energía del planeta, lo amplifican y le dan poder. Por el contrario, los grados de caída son los puntos donde los planetas están menguados o debilitados.
- Entre los planetas hay amistades y enemistades según su clasificación en dioses y demonios.
Los planetas dioses son los regentes de los signos de fuego y agua: Marte, Luna, Sol y Júpiter. Ellos son amigos entre sí y son bien recibidos en los signos regidos por cualquiera de ellos.
Los planetas demonios son los regentes de los signos de tierra y aire: Venus, Mercurio y Saturno. Los nodos, Rahu y Ketu se incluyen en este grupo. Ellos son amigos entre sí y son bien recibidos en los signos regidos por cualquiera de ellos.
Dioses y demonios son enemigos y son mal recibidos en los signos regidos por sus enemigos.
* Benéficos y maléficos naturales
Benéficos Maléficos
Júpiter Saturno
Venus Marte
Mercurio (asociado con benéficos) Sol
Luna (fuerte en luminosidad) Rahu y Ketu
Mercurio (asociado con maléficos)
Luna (débil en luminosidad)
* Benéficos y maléficos funcionales.
Este concepto está relacionado con la regencia de las casas y sus cualidades propias – afortunadas o desafortunadas- como vimos anteriormente. Pongamos un ejemplo para ilustrar esto:
Para Ascendente Tauro, Saturno es el regente de 9 y 10, dos casas muy positivas. Por esta regencia se convierte en benéfico funcional, aún siendo maléfico natural. En cambio Júpiter, al ser el regente de las casas 8 y 11, una casa negativa y otra levemente positiva, se convierte en maléfico funcional, aún siendo benéfico natural. Según este principio, no hay planetas absolutamente buenos o malos; cada ascendente tiene los suyos propios.
En cuanto a los aspectos, no existen similitudes entre los hindúes y los occidentales. Los aspectos que conocemos y utilizamos en occidente, son relaciones angulares entre planetas y, en sí mismos, algunos son armoniosos y otro no.
En el sistema hindú, los planetas, desde la casa que ocupan, "miran" a otras casas específicas, sin importar la longitud dentro del signo, o si la casa que aspectan está o no ocupada por otro planeta. Una "mirada" o aspecto equivale a la presencia del planeta en la casa que "mira". Las reglas son las siguientes:
* Todos los planetas aspectan la casa 7 desde su posición. Ejemplo: Venus en Cáncer en la 3ª aspecta o "mira" a Capricornio en la casa 9ª, haya o no planetas allí.
* Marte aspecta las casas 4ª y 8ª desde su posición. Ejemplo: Marte en Tauro en la casa 2ª, aspecta a Leo (5ª= 4ª de la 2ª) y Sagitario (9ª = 8ª de la 2ª).
* Júpiter aspecta las casas 5ª y 9ª desde su posición. Ejemplo: Júpiter en Piscis e la casa 12ª, aspecta a Cáncer (4ª = 5ª de la 12ª) y Escorpio (8º = 9º de la 12º)
* Saturno aspecta las casas 3ª y 10º desde su posición. Ejemplo: Saturno en Leo en la casa 5ª, aspecta a Libra (7ª= 3ª de la 5ª) y Tauro (2ª = 10ª de la 5ª)
Los aspectos no son ni buenos ni malos en sí mismos, el juicio sobre el aspecto debe
ser analizado tomando en cuenta los siguientes factores:
* Si el planeta que aspecta es benéfico o maléfico, natural o funcional.
* Si el planeta que aspecta está fuerte por signo y Navamsa, en su exaltación, domicilio o en signo amigo.
* Si el planeta que aspecta está debilitado por signo y Navamsa, en su caída o en signo enemigo.
* Si el planeta que aspecta gobierna casas favorables o desfavorables.
* Si el planeta que aspecta recibe otros aspectos, está en conjunción a otro(s) planeta(s), si está retrógrado o combusto.
* Y, según estos mismos factores, se analizará los planetas y las casas aspectadas.
En mi opinión, el rasgo más interesante del sistema hindú es la utilización de las
piedras preciosas que corresponden a los planetas y la pronunciación de Mantras para propiciar al planeta que genera dificultades en las diversas áreas: Salud, estudios, profesión, economía, vida matrimonial y social, asuntos legales y evolución espiritual, etc.
PLANETA GEMA
Sol Rubí
Luna Perla / Adularia
Marte Coral rojo
Mercurio Esmeralda
Júpiter Zafiro amarillo / Topacio
Venus Diamante / Circón
Saturno Zafiro azul
Rahu Esonita / Granate
Ketu Ojo de gato
Escoger y recomendar gemas es un asunto dedicado que debe ser estudiado con detenimiento por un astrólogo experimentado en este arte.
Como habrán podido notar, la astrología védica es un sistema muy complejo que no se puede abarcar o comprender e poco tiempo.
He intentado resumir aquí los rasgos más sobresalientes de esta ciencia milenaria, y compartir con ustedes, lo que se me ha permitido aprender de ella. Queda mucho por decir, pero el tiempo, implacable Saturno, no nos permite...
BIBLIOGRAFÍA
* Cosmos, Carl Sagan, Editorial Planeta.
* Los Orígenes Astrológicos, Cyril Fagan. Revista Astrológica Mercurio 3, Nº13 Especial Diciembre 1988, Barcelona.
* Retorno al Zodíaco de las Estrellas, J. Dorsan. Teorema, S.A. Barcelona.
* Ancient Hindu Astrology for the Modern Western Astrologer, James T. Braha. Hermetician Press, Hollywood (Florida).
* Predictive Astrology of the Hindus, Pandit Gopesh Kumar Ojha. B. Jain Publishers Overseas, New Delhi.
* Aspects in Vedic Astrology, Pandit Gopesh Kumar Ojha & Pandit Ashutos Ojha, Passage Press, Salt Lake City, (Utah).
* Astrología Lunar, Alexandre Volguine, Kier, Buenos Aires.
* Astrological Healing Gems, Shivaji Bhattacharjee, Passage Press, Salt Lake City, (Utah).
Por Patrizia Grassi
5 comentarios:
muy interesante e informativo :)
la astrologia de verdad es muy rica
Hola, Chelle:
Ya vi tus blogs. Magníficos. Más tarde los enlazo. Son muy interesantes.
Saaludos
pd: Un regalito de Amistad querida Achernar :-)
Besito.
El verdadero amor, les es revelado a los que ven con los ojos del alma; a los que oyen con los oídos del espíritu; a los que escuchan melodías fascinantes y a los que viven con la sensibilidad y sencillez de los niños. ¡Felíz Día de San Valentín!
Pasa por las rutas que tienes unos regalitos allí.
Besos y bendiciones infinitas.
Te dejo un abrazo enorme.
El verdadero amor, les es revelado a los que ven con los ojos del alma; a los que oyen con los oídos del espíritu; a los que escuchan melodías fascinantes y a los que viven con la sensibilidad y sencillez de los niños. ¡Felíz Día de San Valentín!
Pasa por las rutas que tienes unos regalitos allí.
Besos y bendiciones infinitas.
Te dejo un abrazo enorme.
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