De “Los dioses del cambio” Howard SasportasEn sí mismo, el trígono o textil de Urano con el Sol no se suele sentir como un tránsito especialmente poderoso. Pese a ello, señala un momento en que estamos de acuerdo con nuestra propia necesidad interior de desarrollarnos y expandirnos de forma distinta a la habitual. Hay una parte de nosotros que se siente dispuesta a abrirse, a explorar la vida y experimentar con ella, y para responder a este impulso podemos sacar partido de los tránsitos armoniosos de Urano en relación con el Sol. Las oportunidades de cambiar podrían presentarse por intermedio de personas conocidas, de un trabajo nuevo o de una nueva orientación de nuestros estudios. La casa por donde transita Urano, la casa donde está el Sol, y la casa que tiene a Leo en la cúspide o interceptado son los ámbitos en los cuales es posible la expansión. Como sucede con cualquier tránsito Urano-Sol, es probable que alguna de las estructuras de nuestra vida tenga que desaparecer para hacer lugar a cosas nuevas. La perturbación que esto acarrea depende en gran medida de la forma en que estaba aspectado nuestro Sol en el momento del nacimiento. Siempre y cuando el Sol no tenga demasiados aspectos natales provocadores de tensión con Saturno o con los planetas exteriores el proceso de integrar el camabio en nuestra vida cuando hay tránsitos armoniosos de Urano en relación con el Sol no debería ser demasiado difícil.
Sin embargo, cuando Urano está en conjunción, cuadratura u oposición por tránsito con el Sol, es frecuente que provoque más conmoción. Si somos el tipo de persona que disfruta con la excitación del cambio, estos tránsitos se nos harán más fácil de manejar. Pero si tememos a lo desconocido o lo no probado –si estamos dispuestos a hacer todo lo posible por mantener una situación establecida incluso si no nos sentimos felices con ella- entonces los tránsitos difíciles de Urano en relación con el Sol no nos harán sentir muy cómodos.
Estos tránsitos van generalmente acompañados de sentimientos de inquietud. Quizá nos sintamos aburridos o prisioneros de las circunstancias de nuestra vida. Tal vez culpemos a otras personas de nuestra insatisfacción: “Si mi marido (o mi mujer, me jefe, mis padres…) fuera diferente, entonces yo no me sentiría así”. En alguna medida eso es cierto, pero no son necesariamente las personas que nos rodean quienes tienen que cambiar, sino nosotros. Es necesario que prestemos atención a aquella parte de nosotros que está inquiera y se siente insatisfecha, y que hagamos lugar en nuestra vida para que sucedan cosas nuevas. El Sí mismo nuclear quiere que en este momento cambiemos, y si negamos estas inclinaciones es probable que atraigamos sobre nosotros perturbaciones de origen externo que nos obliguen al cambio. O, por el hecho de estar utilizando tanta energía para refrenar esos aspectos nuestros que necesitan algún cambio, puede ser que terminemos por sentirnos cansados, enfermos o deprimidos. No es que los tránsitos difíciles de Urano nos exijan la demolición de todas las estructuras que hemos ido levantando en la vida, pero es probable que tengamos que hacer algunos cambios o alteraciones importantes para respetar el crecimiento de lo nuevo que señalan estos tránsitos. Los emplazamientos según las casas nos darán indicios de cuáles son los ámbitos en que es necesario que estos suceda.
El Sol también es símbolo del padre, y en ocasiones los tránsitos Urano-Sol indican cambios en nuestra relación con él. También aquí influye mucho como esté aspectado el Sol en la carta natal: si tiene aspectos natales que producen tensión, un trígono o un textil con Urano por tránsito puede ser la oportunidad de una modificación positiva en la relación con el padre. Las comunicaciones mejoran, y las pautas de relación negativas pueden ceder el paso a una apertura y a un entendimiento nuevos. Sin embargo, cuando un tránsito lo lleva a una conjunción, una cuadratura o una oposición con un Sol natal difícilmente aspectado, Urano tiende a poner de manifiesto los problemas inherentes en la relación padre/hijo.
Un tránsito de Urano que lo lleve a aspectar al Sol simboliza también el encuentro con “el padre interno”, es decir, con la capacidad de hacernos cargo de nuestra propia vida y de dirigirla. Es un período durante el cual nos será difícil adaptarnos a lo que quieren los demás, especialmente si no coincide con lo que en nuestro propio sentir necesitamos. Es probable que en vez de adaptarnos a los otros, nos encontremos exigiéndoles que se adapten a nosotros. Los tránsitos Urano-Sol nos abren los ojos a la visión de nuestro propio poder, y esto podría manifestarse en peleas con figuras de autoridad y en la actitud de hacer frente a personas por quienes antes nos hemos dejado influir y controlar.
Si no ha establecido todavía contacto con su propio poder o no ha cultivado su capacidad de hacerse valer, para una mujer éste es el momento de hacerlo. Además de usar este tránsito para fortalecer su propia identidad y su capacidad de expresión, también puede experimentar sus efectos por mediación de los hombres que conoce, o a quienes vaya conociendo durante este período. Por ejemplo, puede conocer a un hombre con un Urano fuerte en su carta natal, o que a su vez esté sintiendo los efectos de un tránsito importante de este planeta. Si es audaz y dinámico, ese hombre puede aportarle una energía nueva o una nueva visión del mundo. De esta manera, la mujer “importa” a Urano a su propia esfera por la vía de la influencia que este hombre tiene sobre ella. En algunos casos, una mujer puede encontrarse con que un hombre con el que está relacionada pasa por cambios o conmociones importantes cuando Urano en tránsito está en aspecto con el Sol de ella. Como resultado de lo que le sucede a él, también la vida de ella se altera.
2 comentarios:
Hola Achernar ya estoy aquí de nuevo. Ha sido un post muy interesante, los tuyosd eimpre lo son. Urano, un planeta del que se sabe más bien poco y que siempre me ha interesado muchísimo. Hoy nos hablas y descubres sus influencias. Descubro que en parte Urano, ejerce una influencia en nuestro grado de independencia, nos hace ser conscientes de nuestra fuerza y capacidad de razonamiento. Eso me agrada en especial, es síntoma de una mayor viveza y un despertar a la vida. Un abrazo.
Hola, Josef:
Sí, es muy sugerente la influencia de Urano. Pienso publicar todo lo referente a Urano aspectado con los planetas natales en la carta natal, menos Urano-Venus que ya lo publiqué anteriormente.
Saludos
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