Una bruja llamada Madre Shipton

-Bueno, aquí tienes -dijo mi acompañante- la cueva de la bruja Shipton, la famosa Nostradamus inglesa.

De inmediato entramos en la caverna iluminada sólo por el reflejo de un rayo de sol que bajando a través de las ramas, se había detenido a la entrada. La cueva aparecía desnuda, a no ser por la figura en rojo asomada a la puerta. El piso estaba apisonado y limpio, como recién barrido, y el ambiente parecía rezumar lejanos aromas de humo, de cuervos húmedos y de extrañas pociones. Pero no, Madre Shipton no era una bruja común, era una profetisa con poderes extraordinarios y con una visión que cubierto siglos. Sin embargo, el nacimiento de esta bruja-profeta es ya bastante misterioso.

En un libro antiguo de 400 años, se dice que Madre Shipton fue engendrada al igual que el mago Merlin, por el fantasma de Apolo. Pero en los archivos medievales del castillo de Knaresborough, se asienta que para 1482 vivía en una cueva de la foresta una huérfana de 15 años que acostumbraba a vagar por el bosque en constante ocio. Su nombre era Agatha Sontheil. Un día, un espíritu que tomó la forma de un buen mozo gentilhombre empezó a aparecérsele con frecuencia, hasta que finalmente la sedujo. Sin embargo, Agatha le confesaría meses después a la partera que la asistió, que "el contacto de aquel hombre era helado como la nieve y los hielos de los Moors". En el mes de julio del año de gracia de 1488, durante el reinado de Enrique VII, Agatha dio a luz en aquella cueva durante una tempestad de truenos y relámpagos, a una niña que nació burlando y riendo. La leyenda dice que el Obispo de Knaresborough la bautizó con el nombre Ursula, a pesar de que la villa entera hizo oposición llamándola "bastarda del diablo".

Fea y jorobada, y abandonada por la madre, creció sin embargo, Ursula, al cuidado caritativo de un desconocido vecino, Nunca faltó el dinero para Ursula venido de fuente desconocida, Aprendió a leer y escribir, y demostró ser lista e inteligente. A los 24 años se casó con un tal Tobías Shipton, carpintero venido de los alrededores de York. Y junto con el matrimonio maduraron los extraños poderes que demostró poseer. Vengándose de la gente que nunca le perdonó su origen ni su fealdad, un día se escurrió en un banquete y convirtió en cadenas las gorgueras de un importantes caballero e hizo crecer una cornamenta en la cabeza del anfitrión. Empezaron a llamarla bruja y a mirarla con temor. Pero cuando sus predicciones locales y nacionales comenzaron a cumplirse, al temor se unió el respeto.

Las copas de los árboles se cerraban sobre nuestras cabezas. El sol había trepado a las ramas más altas, y una extraña fascinación nos mantenía a la entrada de la cueva siguiendo con interés el recuento de las profecías de la bruja Shipton. Las guerras civiles, el destronamiento de reyes, la persecución de los católicos, del decapitamiento de Thomas More y hasta el descubrimiento de Norteamérica y la introducción en Europa del tabaco y la papa, tdo pasó de antemano por aquella mente provilegiada. Y no sólo eso, la visión de la profetisa hurgó aún más en el lejano futuro. Ella anunció la era de los carros a motor, de los aviones y submarinos, del radio y los satélites. Todo, eventos ocurridos después de su muerte, y aun otros, suspendidos en el tiempo ante un mundo expectante: la invasión de humanoides y una nueva edad del hielo a consecuencia de un desastre nuclear o del paso de un cometa negro.

Finalmente Madre Shipton murió en 1561, tal como ella lo había profetizado. La enterraron en suelo no consagrado, como correspondía a una bruja, por la cual se tenía a aquella extraordinaria vidente.

El crepúsculo ya estaba tiñendo las crestas del bosque, y un rumor de pájaros regresando al nido corría entre las ramas junto con el viento que viajaba desde el valle del Nidd, trayendo noticias de los Dales donde el otoño ya pintaba los brezales de oro, bronce y escarlata. Apresuramos nuestra salida de la foresta con un ligero e involuntario estremecimiento de la piel. Los cuervos graznaban a la tarde.

De "Una bruja llamada Madre Shipton"
Ana Adelina Ruiz